El espectro de radio es un recurso natural invaluable. Dado que las ondas de radio no respetan fronteras, el uso del espectro debe ser regulado internacionalmente. Esto se logra por medio de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), una agencia especializada de las Naciones Unidas. A través de las Conferencias Mundiales de Radiocomunicaciones celebradas aproximadamente cada 4 años, la UIT revisa el Reglamento de Radiocomunicaciones Internacional, el cual tiene la fuerza y efecto de un tratado. El Reglamento de Radiocomunicaciones asigna el espectro a diferentes servicios de radiocomunicaciones, tales como la radiodifusión, móviles, radar y radionavegación (GPS).

Nuevos usos del espectro está siendo desarrollados cada día. Esto pone una presión inmensa sobre los usuarios actuales, a quienes se pide compartir el acceso al espectro con los recién llegados. El proceso de asignación es extremadamente complejo, especialmente cuando los servicios de satélites están involucrados.

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